Eduardo Couture.
El pasado viernes 22 de junio de 2018, la máxima sala del Tribunal Supremo de Justicia emitió una sentencia² en el caso “Ivan Sosa", donde recomienda a los tribunales patrios superar el sistema inquisitorio del pasado sistema de justicia, y que sinceramente no ha sido desmontado del todo, pues hay prisioneros “procesados" con mas de siete años sin sentencia justa, con múltiples interrupciones de sus juicios y con tendencia a una cautelaridad que contrasta con el debido proceso y el principio de libertad que es letra muerta día a día.
Los gobernantes ufanan de poseer un sistema de justicia que no es tal. Por ejemplo existen casos que han salido en mas de un par de ocasiones con resultados favorables a patrocinados en Audiencia preliminar, que inmediatamente han sido retrasados por el famoso efecto suspensivo que privilegia al titular del estado antes que al procesado... Y cuidado si el procesado es político, o funcionario público. ¿Es de igualdad entre las partes ese recurso instantáneo que suspende una sentencia a favor del imputado de un solo plumazo?, o ¿es tan desequilibrante como la sala de estar del fiscal en nuestros circuitos judiciales mientras nuestros defensores están de pié abajo llevando agravios y malas palabras de uno que otro funcionario frustrado por su mala paga?
La pretensión de quien escribe no es golpear al sistema de gobierno actual, pero si se denota que hay falta de conciencia hasta de clases cuando se privilegia sólo a una parte que de paso no investiga ni hace las diligencias pertinentes a deslindar de responsabilidad al imputado, siendo esto también un principio y un deber de la vindicta pública.
El Articulo 250 de la Norma Adjetiva penal debería operar, pero ¿como hacerla operar?, esperar que un juez periódicamente revise una causa que no hará so pretexto de recusación fiscal pues son todo poderosos, incluso mas que el juez con el que forzosamente se caso, no seria obviamente una solución, pues es aquí donde el abogado entusiasta y enamorado de lo suyo hace su pruebita de amor, al activar insistentemente este instrumento legal. Recordando a un viejo profesor exdefensor del pueblo, hoy irónicamente fiscal superior del estado, Oscar Barquero cuando en sus clases esgrimía aquello de “derecho que no se exige, derecho que no existe", y que por muy simple que suene no deja de ser cierto, y es que hasta parece curioso como muchos colegas han dejado de defender la profesión por apatía o por dejarse vencer por la desigualdad, lo que denota no hay amor por la profesión de cualquier forma.
Con este artículo, ensayo se quiere es convencer a algunos colegas que la persistencia y la constancia no debe cesar ni en los momentos mas obscuros de nuestra justicia, pues el entusiasmo ilumina nuestros horizontes trazados de metas en pro de lograr el equilibrio y vencer la desigualdad de las partes.
Quizás no estemos en Narnia, pero podemos hacer que de vez en vez se haga justicia.
Quizás no estemos en Narnia, pero podemos hacer que de vez en vez se haga justicia.
Abg. Jimmy J Querales
Dir. General del Escritorio Jurídico Querales, García & Asociados
Administrador Fundador de la Red de Abogados de Venezuela.
1 “El Juez Penal y su aplicación del Principio de Control Constitucional" https://m.facebook.com/groups/166773087339480?view=permalink&id=169248497091939
2 Diario Ultimas Noticias 26/06/18
http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/sucesos/el-tsj-ordeno-resolver-situacion-del-oficial-ivan-sosa/
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